Con la temporada de dar a la vuelta de la esquina, la mayoría de nosotros pensamos en el regalo perfecto para esas personas especiales en nuestra vida. En esta época, somos más conscientes de las necesidades y deseos de los demás. Hacemos listas, pasamos tiempo explorando tiendas y sitios web buscando un regalo que transmita un mensaje especial de amor y generosidad. Planificamos grandes reuniones navideñas y nos proponemos crear un ambiente festivo y generoso, lleno de viejas tradiciones y con algunas nuevas que formarán parte de futuras reuniones. Todo esto lo hacemos motivados por un espíritu de generosidad.

Pero ¿por qué es mejor dar que recibir? Sabemos que la respuesta es obvia: «Porque es un acto de bondad dar» a los demás; forma parte de la esencia de una relación profunda con la familia, los amigos y la comunidad. Pero, reflexionando más a fondo, dar implica mucho más que simplemente ser un acto de bondad; de hecho, también recibimos algo. Entonces, ¿es esta la razón por la que damos, porque también recibimos?

El efecto de "calor radiante" describe la agradable sensación que obtenemos al ayudar a los demás, y la teoría que lo rodea sugiere que la principal razón detrás de todos los actos de generosidad es simplemente que nos hacen sentir bien. Investigaciones más recientes han profundizado en cómo la generosidad afecta diferentes aspectos de nuestro bienestar. Un estudio demostró que la generosidad nos hace más felices…