Callos en los pies: Causas, síntomas y tratamientos

close up of a person examining a callus on the bottom of their foot

Introducción

Los callos en los pies pueden aparecer de repente: empiezan como una pequeña irritación y rápidamente se convierten en dolorosas protuberancias endurecidas que incomodan cada paso. ¿La buena noticia? Con el conocimiento y las herramientas adecuadas, puedes tratar y prevenir los callos antes de que interfieran con tu día.

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Callos en los pies: causas, síntomas y opciones de tratamiento eficaces

Los callos en los pies son un problema común y a menudo doloroso que puede incomodar actividades cotidianas, como caminar. Se forman debido a la fricción o presión repetida sobre la piel, generalmente causada por zapatos apretados, roce excesivo o problemas estructurales del pie. Esta fricción provoca una sobreproducción de queratinocitos, lo que provoca el engrosamiento y endurecimiento de las capas de piel (Sumiyya y Shinde, 2023). Si bien los callos en los pies no suelen representar un riesgo grave para la salud, pueden causar molestias significativas e incluso afectar la movilidad (Farndon, Concannon y Stephenson, 2015).

¿La buena noticia?

Existen diversas opciones de tratamiento, desde remedios caseros sencillos hasta tratamientos médicos avanzados como la terapia con microondas (Bristow y Webb, 2020) o la cauterización térmica ayurvédica (Kumar et al., 2024). Esta guía cubrirá todo lo que necesita saber sobre los callos en los pies, incluyendo sus causas, síntomas y opciones de tratamiento, así como cuándo buscar ayuda profesional.

¿Qué son los callos en los pies?

Los callos en los pies son áreas de piel gruesas y endurecidas que se desarrollan como respuesta a la presión o fricción continua. Suelen aparecer en zonas del pie sometidas a alta presión, como los dedos y la planta del pie (Sumiyya y Shinde, 2023). En algunos casos, pueden llegar a ser lo suficientemente dolorosos como para alterar la forma de caminar, reduciendo la calidad de vida en general (Farndon, Concannon y Stephenson, 2015).

Mucha gente confunde los callos con las durezas, pero existe una diferencia clave: los callos tienen un núcleo más concentrado y definido y suelen ser más dolorosos. Afortunadamente, existen diversas maneras de tratarlos, incluyendo remedios homeopáticos (Gautam et al., 2023), tratamientos con ácido salicílico (Dorkar, Chandorkar y Gaidole, 2015) y técnicas profesionales de eliminación como el desbridamiento o la cauterización (Christian et al., 2024).

Al comprender las causas y las opciones de tratamiento, puede tomar las medidas adecuadas para controlar eficazmente los callos en los pies y evitar que regresen.

Diagrama que muestra la diferencia entre un maíz y un callo.

Callos vs. durezas: ¿cuál es la diferencia?

Si alguna vez has notado zonas gruesas y ásperas en la piel de tus pies, es posible que se trate de callos o durezas. Si bien ambos se desarrollan debido a la fricción y la presión, tienen características distintivas que los diferencian.

Callos: pequeños, dolorosos y presionados

Los callos suelen ser pequeños, circulares y tienen un núcleo duro en el centro, rodeado de piel inflamada. Suelen desarrollarse en zonas de los pies que no soportan peso, como la parte superior y los laterales de los dedos, donde el calzado roza la piel. Los callos pueden ser dolorosos, especialmente al aplicar presión (Pike et al., 2019).

Callos: más grandes y menos definidos

Las callosidades, por otro lado, son más grandes, anchas y carecen de núcleo central . Se presentan como placas de piel gruesas y ásperas , generalmente amarillentas o pálidas. Suelen formarse en zonas de carga, como las plantas de los pies, los talones y las palmas de las manos , donde la presión repetida endurece la piel (Smith y Johnson, 2020).

¿La mayor diferencia?

Los callos se desarrollan sobre áreas óseas y pueden causar dolor, mientras que las callosidades se forman en puntos de alta fricción que soportan peso y generalmente son indoloros (Brown et al., 2021).

Tipos de callos y cómo tratarlos

Los callos son de distintos tipos y cada uno requiere un cuidado específico.

1. Callos duros (Heloma Durum)


Son el tipo más común y se encuentran en la parte superior y los laterales de los dedos debido a la fricción continua del calzado. Tienen un núcleo denso y grueso que puede resultar incómodo al caminar (Patel y Singh, sin fecha).

Tratamiento:

  • Utilice calzado apropiado para evitar el roce excesivo.

  • Utilice acolchado protector para reducir la presión.

  • Exfolia suavemente para eliminar la piel muerta.

2. Callos blandos (Heloma Molle)


Los callos blandos se forman entre los dedos , donde se acumula humedad y la piel se roza. Tienen una textura gomosa y macerada y pueden ser bastante dolorosos (Sumiyya y Shinde, sin fecha).

Tratamiento:

  • Mantenga los pies secos y utilice separadores de dedos .

  • Aplique parches medicinales para callos para aliviar las molestias.

  • Use calzado transpirable para reducir la acumulación de humedad.